Garbarino Collections
Mueble bar negro Thea
11.090 EUR
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Nacido cerca de Portofino, Adriano Garbarino se licenció en la Universidad de Bellas Artes de Florencia en 1968, tras formarse como escultor. Apasionado de los viajes y coleccionista de arte, creó su marca homónima a finales de los años 70 en Mónaco (Montecarlo), produciendo muebles de alta gama que se distinguen por un estilo poco convencional y ecléctico. Sus colecciones incluyen piezas de elegancia atemporal inspiradas en los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, fuego, viento y aire. Diseño, colores y materiales nobles conviven armoniosamente en las piezas únicas de Garbarino, fabricadas a mano exclusivamente en Italia.
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Somos alquimistas: no creamos, transmutamos...
Garbarino es una empresa nacida de la inspiración y la pasión de Adriano Garbarino, interiorista con más de 40 años de experiencia internacional. La marca se distingue por un enfoque que combina arte y diseño, fuertemente influenciado por la formación artística de Garbarino, en particular su admiración por el arte renacentista y su amor por los viajes. Estos elementos han contribuido a dar forma a una visión corporativa que valora el descubrimiento de nuevas culturas y tradiciones menos conocidas, haciendo de la investigación y la experimentación la base de cada creación.
El patrimonio cultural y artesanal italiano es fundamental para la identidad de Garbarino. La marca encarna el valor de lo "hecho a mano" con un proceso de producción que combina las técnicas tradicionales de carpintería y ebanistería con el uso de tecnologías avanzadas. Este enfoque da como resultado piezas únicas que no siguen modas pasajeras, sino que pretenden ser atemporales, con una atención obsesiva a la calidad y el detalle. Los materiales utilizados, entre los que se incluyen maderas nobles como el nogal Canaletto, el ébano y el roble, se combinan con acabados de lujo como el mármol, la laca, el oro y el cuero, dando como resultado creaciones de un refinamiento extremo.
Garbarino también destaca por su capacidad para crear proyectos a medida, en los que cada cliente puede personalizar los productos a su gusto, eligiendo detalles específicos y materiales exclusivos. Un ejemplo de esta filosofía a medida lo representa uno de sus diseños disponibles en Artemest, donde la individualidad del cliente se convierte en parte integral del proceso creativo.
Además, la empresa muestra un fuerte compromiso social, colaborando con artesanos de diferentes culturas y tradiciones, promoviendo así la mejora del lenguaje decorativo a través de la experiencia y la investigación compartida.