Mohebban

La alfombra no es un simple mueble: es una cultura que se ha transmitido durante generaciones, con gestos sabios y técnicas refinadas. Con su forma define un espacio físico, pero también espiritual, y a través de los nudos cuenta una historia antigua y al mismo tiempo contemporánea, contribuyendo a enriquecer con belleza y singularidad el universo privado de su propietario. No es una responsabilidad menor, de la que la familia Mohebban es plenamente consciente. Desde principios de los años setenta, Mohebban produce alfombras de la más alta calidad, sin olvidar estos valores y el profundo significado de un arte milenario. De Irán, lugar de origen de la familia, a Milán, donde la empresa tiene su sede desde hace más de medio siglo, pasando por Turquía, India y Pakistán, donde se produce actualmente: desde hace tres generaciones, una visión internacional, en la que la tradición, la atención al detalle y los gestos antiguos encuentran su lugar, siempre acompañados, sin embargo, de una mirada contemporánea, atenta al diseño y a los retos de un presente dinámico y en constante evolución.

El valor de cada alfombra Mohebban nunca se separa de la historia de su producción. Empezando por la selección y formación de los mejores artesanos, los materiales de calidad superior, el hilado, teñido y trabajo a mano en el telar, hasta las etapas finales de corte, rasurado, lavado y secado, el proceso de producción hace que cada alfombra sea única, con personalidad propia y una historia diferente a cualquier otra. Con a menudo más de 200.000 nudos por metro cuadrado, una atención maníaca a la calidad y una investigación en constante diálogo entre tradición, innovación y diseño contemporáneo, las alfombras Mohebban consiguen anudar armoniosamente los hilos del pasado con los del presente y el futuro, en un equilibrio perfecto y cargado de valor.