Aldo Cibic, nacido en 1955 cerca de Vicenza, se trasladó muy joven a Milán para cursar estudios de Arquitectura y Diseño. Con sólo 22 años ya trabajaba en el prestigioso estudio fundado por Ettore Sottsass, convirtiéndose más tarde en socio del estudio Sottsass & Associati. De 1980 a 1987 fue uno de los fundadores y colaboradores clave del grupo Memphis, un grupo de diseño y arquitectura creado por Sottsass que se centró y fue pionero en el mobiliario, los tejidos y la cerámica posmodernos. El propio Aldo Cibic transformó radicalmente el mundo del diseño durante aquellos años con su vasta producción para Memphis, que incluía la icónica lámpara de pie Madison y el consolle de mármol Belvedere.

Estos años fueron esenciales en el desarrollo de Aldo Cibic como diseñador y arquitecto, sentando las bases de su actividad investigadora y su enfoque innovador, al tiempo que se ganaba el reconocimiento internacional por su trabajo en Milán.

A finales de los 80, tras sus experimentos con Memphis, Cibic lanzó su primer proyecto independiente, la colección "Standard" de producción propia: su idea del diseño pasó de la visión ecléctica de la primera parte de su carrera a una forma de diseño más humana, con la producción de objetos centrados en el ser humano presentados en una exposición improvisada en su loft de Milán.

Este periodo marcó el inicio de una investigación independiente en el campo del diseño de innovación social con la creación de su empresa Cibic Workshop, centrada en una gran variedad de proyectos que van desde la arquitectura a los interiores, pasando por el desarrollo medioambiental y las actividades multimedia. Su visión ha obtenido un reconocimiento internacional que aún hoy perdura, ya que el Taller ha sido nominado como uno de los "100 mejores estudios de arquitectura de 2019" por la revista Domus.

Su continua actividad en la investigación del diseño ha sido pionera en una nueva perspectiva del entorno construido, donde el individuo se convierte en el eje central de los proyectos junto con su relación e interacción con el cambio. Este enfoque ha definido un nuevo movimiento cultural en el mundo del diseño: su visión sobre el tema "Repensar la felicidad", dirigido a la creación y mejora de la felicidad en diferentes comunidades, se presentó en la Bienal de Venecia de 2010, junto con las obras de renombrados sociólogos, arquitectos, diseñadores y consultores energéticos.

Actualmente, el Taller está ampliando su mirada hacia proyectos alternativos sostenibles, contribuyendo a una nueva conciencia emocional, medioambiental y cultural del espacio público.

A lo largo de su dilatada carrera, Aldo Cibic ha influido enormemente en nuestra forma de ver el mundo de la arquitectura y el diseño, transmitiendo sin duda el legado de sus maestros y evolucionando su estilo y visión hacia una concepción muy personal de un entorno habitable y utilizable por sus huéspedes.