Rose Ink Workshop es un estudio de diseño con sede en Nueva York fundado por Liubasha Rose en 2015, conocido por su enfoque imaginativo y envolvente de los interiores. Combinando la narración con el diseño, el estudio crea espacios que transportan e inspiran: cada proyecto comienza con una narrativa que informa cada textura, material y forma.

Especializado en hostelería de lujo y proyectos residenciales exclusivos, Rose Ink Workshop tiende puentes entre la fantasía y la funcionalidad, aportando una sensibilidad poética a entornos que siguen basándose en el propósito, la identidad de marca y el detalle.

Famoso por su trabajo con grandes nombres, el estudio se ha ganado el reconocimiento por proyectos transformadores como The Wall Street Hotel en Nueva York, The Madeline en Telluride y The Well en Nueva York. Con una mezcla característica de creatividad y artesanía, Rose Ink Workshop convierte el diseño en narración y los espacios en experiencias.

A la hora de elegir el regalo perfecto, ¿en qué se fija?

Cuando elijo un regalo, en realidad busco una sensación, algo que te haga parar y sonreír. Me encantan los objetos con alma, las piezas que susurran una historia o guardan un rastro de la mano de su creador. Los mejores regalos no tienen que ver con la extravagancia, sino con la emoción, la textura y la sensación de conexión.

Siempre es más divertido regalar algo que formará parte de la historia de alguien, algo que se utilizará para crear o conservar momentos felices. Un cuaderno encuadernado en piel para plasmar los sueños, un candelabro que ilumine una cena con amigos, un bonito juego de té o un álbum de fotos jaspeado para los recuerdos en ciernes. Regalos que no sólo decoran la vida, sino que se convierten en parte de ella.

¿Cómo seleccionó los regalos de Artemest?

Artemest es un tesoro de creatividad. Me sentí atraída al instante por piezas alegres, escultóricas y caprichosas, objetos que te hacen sonreír o despiertan curiosidad por su forma, color o historia. Me encanta cuando el diseño tiene un sentido de la diversión; la belleza no siempre tiene que ser seria.