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The A List

Los emotivos espacios de Liubasha Rose

Conozca a Liubasha Rose, diseñadora afincada en Miami, fundadora de Rose Ink Workshop, especializada en hostelería y firme partidaria de los entornos artísticos. La emoción está en el centro del proceso de diseño de Rose: impregnado de textura y toques artesanales salpicados por todas partes, cada espacio que diseña teje una nueva historia emocionante.

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De origen ucraniano, Liubasha Rose dirige desde 2015 la empresa de diseño Rose Ink Workshop, con sede en Miami.

Tras acumular una importante experiencia en el sector de la hostelería, trabajando en hoteles boutique y marcas de estilo de vida de todo el mundo, la diseñadora de interiores Liubasha Rose se lanzó por su cuenta a crear Rose Ink Workshop, una empresa multidisciplinar especializada en entornos de hostelería únicos y proyectos residenciales de lujo.

Impulsada por el objetivo de convertirse en la principal empresa de diseño de hostelería para los propietarios de hoteles más inteligentes del mundo, la obra inicial de Rose Ink, que incluye el Wall Street Hotel y el reposicionamiento del Madeleine, Telluride an Auberge Resort, ha ganado los premios de diseño más prestigiosos del país.

En la actualidad, Rose Ink Workshop puede ofrecer un servicio de 360 grados para satisfacer las necesidades de los clientes especiales de hostelería, gracias a su plena capacidad de personalización y a la rica experiencia personal de Liubasha en dirección creativa.

Desde su fundación, Rose Ink hace especial hincapié en el factor emocional a la hora de concebir un espacio, con el fin de elaborar experiencias de marca que lo abarquen todo.

Todas las culturas del mundo tienen una artesanía única que se ha ido perfeccionando a lo largo de generaciones. Como ucraniana, me encantan las artes decorativas, el embellecimiento y la carpintería compleja. Siempre buscamos incorporar detalles artesanales a nuestros proyectos.

¿Cómo se inició en el mundo del diseño? Cuéntenos su historia.

En el instituto, mi madre me recortó un artículo del New York Times sobre Kelly Wearstler. Cuando estaba en Cornell, vi que había una especialización en diseño de interiores y diseño de moda. Algo me empujó a probar suerte con los interiores y, aunque me licencié en Filología Inglesa, había encontrado mi pasión por el diseño. Me mudé a Nueva York, obtuve un Associates en Parsons y comencé mi viaje por el diseño.

¿Cómo describiría su estilo personal y cuál es la firma personal que hace que sus proyectos sean únicos?

Siempre buscamos infundir textura y emoción a los espacios. Creo que tengo buen ojo para crear interiores atemporales y lujosos, y al mismo tiempo conseguir que la gente sonría y se sienta feliz.

¿Hay alguna tendencia específica que esté mezclando actualmente en su práctica?

La cerámica tradicional, desde la más rústica a la más refinada, es muy actual. Para el Madeline, el Auberge de Telluride, encargamos a un artista ucraniano, Rustem Skibin, unos platos hechos a mano con un intrincado diseño folclórico y los utilizamos como arte mural en las habitaciones y en el restaurante.

¿Cuál es la pieza decorativa que más les gusta seleccionar para sus clientes y por qué?

Nos encanta seleccionar y diseñar muebles y accesorios. La mezcla de muebles y telas en un proyecto marca la pauta de todo. Adoramos la textura y el color. Para nuestrosproyectos hoteleros, diseñamos a medida tantas piezas que no pude encontrar en el mercado, que estoy dando el siguiente paso natural y creando una colección de muebles que lanzaré el año que viene. Nuestra Wood Sleigh Lounge Chair y Palindrome Dining Table están en el restaurante y el vestíbulo del Madeline, Telluride.

¿Cuál es su proyecto favorito en el que ha trabajado y por qué?

Acabamos de terminarThe Wall Street Hotel, un hotel de lujo en Nueva York que fue mi sueño durante mucho tiempo. Es un diseño especial para mí porque me parece único y atemporal. Nuestra habitación favorita del hotel es el Lobby Lounge. Está inundado de luz y tiene unas proporciones increíbles, con techos de 6 metros de altura, bóvedas a medida en las ventanas, espejos gigantes dorados hechos a mano de 6 metros de altura, una chimenea recuperada de la suite Ambassador del hotel Waldorf Astoria, escayola aplicada a mano en el techo por algunos de los mejores artesanos del país. Todo ello envuelto en un mural De Gournay pintado a mano con escenas del centro de Nueva York, creado a medida con Rose Ink Workshop.

En un mundo hiperdigital, ¿acude a menudo a las redes sociales en busca de inspiración? En caso afirmativo, ¿en qué plataforma y por qué?

Encontramos mucha inspiración en Instagram. Nos abre un mundo de artesanos y hemos entablado relaciones duraderas con artistas y creadores con los que conectamos originalmente en Instagram. Por ejemplo, encargamos obras de arte a Sarah Raphael Balme, una artista británica de ensueño que pinta paisajes, jardines y flores mágicos, para The Madeline, un complejo Auberge, y para The Wall Street Hotel.

Recientemente, Liubasha se ha estrenado en el ámbito del diseño del bienestar con The Well, un club holístico exclusivo para socios situado en el corazón de Manhattan (Nueva York). La atención plena se refleja con maestría en espacios etéreos con paredes suavemente curvadas y toques cristalinos.

Queríamos crear un ecosistema que canalizara la energía positiva para que las personas que habitan el espacio la asimilen, amplíen su recipiente interior y su capacidad de conocimiento, espíritu y comprensión del universo, y cuando salgan—difundan esos sentimientos para hacer el bien y estar bien.

La lista A

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