Casa Marras: tradición cerámica y rebelión creativa

Nacido en Alghero, Cerdeña, en 1961, Antonio Marras creció con un profundo amor por la cultura, admirando y persiguiendo todas las formas de expresión artística y creativa. Desde que presentó su primera colección de ropa en 1987, el diseñador de moda Antonio Marras ha sido conocido y apreciado por su estilo extremadamente personal y revolucionario. Famoso y reconocido en todo el mundo, el arte y la estética de Marras están fuertemente influidos por sus raíces sardas, tanto en las colecciones de moda como en las de diseño del hogar. Desde Alghero viaja a Milán y París, pero siempre vuelve a casa en busca de creatividad, inspiración y material para su universo expresivo.

El proyectoCasa Marras nació con el lanzamiento de dos colecciones artísticas: cerámicas de diseño únicas pintadas a mano con la marca Antonio Marras. El proyecto se inició por sugerencia de la artista Marta Lai y se desarrolló a partir de una asociación con la histórica empresa Fratelli Colì: una auténtica institución en el campo de la cerámica de Apulia, que trabaja con sabiduría y pasión desde 1650. Las colecciones de Casa Marras incluyen platos, cuencos, jarras, jarrones y muchas otras piezas de mesa de uso cotidiano hechas totalmente a mano con un diseño poco convencional y exclusivo. Cada objeto posee una personalidad única, un encanto ancestral que eleva con gracia los objetos de la vida cotidiana a otro nivel confiriéndoles un encanto ecléctico. Conozca a Antonio Marras y descubra su visión creativa y la maravillosa Casa Marras.

¿En qué se inspiró para crear una colección de hogar? ¿Qué significa "hogar" para Antonio Marras?

Desarrollé esta idea tras conocer a Maria Lai, querida artista, musa y compañera en mi investigación experimental de nuevas técnicas destinadas a comprender mejor nuestro patrimonio e inspirarme en él, pero sobre todo para satisfacer mi insaciable pasión por crear. Desde hace unos años, además de diseñar ropa, me he adentrado en campos muy distintos de la moda.

Conocí la cerámica en Apulia, concretamente en la pequeña ciudad de Cutrufiano (Lecce), en F.lli Colì, una fábrica histórica fundada en 1650, donde los hermanos Giuseppe y Donato llevan adelante una tradición que se ha transmitido durante generaciones con sabiduría y pasión. Allí encontré un escondite, una cueva de Aladino, un recinto ferial donde todo es posible y está al alcance de la mano. Para mí, éste es el significado último de hogar: un lugar seguro donde puedes sentirte libre y expresarte al máximo.

¿Cómo empezó su colaboración con la histórica fábrica de cerámica F.lli Colì?

Sucedió por casualidad, como me suele ocurrir a menudo: un encuentro fortuito, una buena señal cuando no la estaba buscando activamente, pero inmediatamente percibí su potencial una vez que me topé con ella. Fue amor a primera vista, a menudo en mis conversaciones con Maria Lai hablamos incluso de construir un horno, pero luego encontré mi segundo hogar en Cutrofiano y ya no pude marcharme".

Ambas colecciones combinan ilustraciones originales de Antonio Marras con piezas de decoración para el hogar. ¿Qué historia hay detrás de los dibujos que eligió para estas piezas de cerámica?

Estos dibujos transmiten un deseo de liberar mi creatividad, del mismo modo que cuando hago bocetos en las páginas del diario de Partizia o elijo colorear utilizando posos de café. La arcilla es un lienzo en blanco donde puedo dar rienda suelta a mi imaginación, un medio que permite una gran libertad creativa y que se transforma tras el proceso de cocción. Es un antiguo oficio que sigo aprendiendo con pasión y que me permite jugar con las formas y los colores en cada paso del camino.

¿Por qué eligió la cerámica para su colección de hogar?

La cerámica tiene una esencia básica como la tradición, la generosidad y la hospitalidad. La mesa, corazón de la hospitalidad que acompaña el momento más íntimo y convival del día, se combina con la colección "I fratelli Pois'', mientras que la casa se anima con piezas decorativas únicas y extraordinarias que parecen salidas de las Metamorfosis de Ovidio. La cerámica es inconfundible, con formas a veces poco convencionales pintadas a mano y rasgos que parecen inspirados en las fábulas y el subconsciente. Jarrones, candelabros, lámparas, azulejos, esculturas tótem, rosoni, objetos decorativos, cuencos, platos, tablas de cortar y objetos de uso cotidiano que, en cambio, revelan detalles inesperados y cautivadores.

La mesa, símbolo de unión y de compartir, es sagrada. La hospitalidad tiene orígenes ancestrales, es un concepto profundo y complejo, firmemente anclado en el pasado y en la cultura mediterránea: He querido transmitir esta connotación.

Tres cosas que no hay que perderse en Alghero:

Cuando visites Alghero, debes empezar tu paseo desde el Belvedere del Balaguer, la plaza Giuni Russo, donde podrás disfrutar de la vista más bonita del mundo: el promontorio de Capo Cacciaper, del que podrás disfrutar mientras paseas por la costa. A un lado se ve el rompeolas y al otro Alghero. Una vez llegados al puerto, hay que avanzar 3 kilómetros por la playa hasta llegar a Fertilia. Es un paseo que quizá sea mejor hacer al atardecer: una experiencia que no tiene precio. Seguro que lo pasará en grande, sobre todo si va acompañado de un perro.

Centro histórico: entre por Porto Salve, el único punto de entrada desde el mar para acceder al casco antiguo, visite la Madonnina della Teca y disfrute de la Piazza Civica, punto de encuentro social y cultural de la ciudad. Diríjase a la Catedral. Es muy recomendable viajar en Semana Santa para asistir/observar/ver el Escravamento, una procesión ritual solemne y conmovedora.

Tome un barco, un esquife o una lancha neumática y diríjase a Capo Caccia, una reserva natural protegida. Un acantilado de 186 metros salpicado de grifos, pollas de agua y gaviotas que vuelan por encima. Allí podrá sentir realmente lo pequeño que es uno en comparación con la naturaleza, en toda su grandeza y escala.