banner
The Artisan

Cerámica inspirada en Morandi

Un análisis en profundidad del artista Giorgio Morandi, explorando las formas, colores y composiciones de sus producciones, llevó a Sonia Pedrazzini a concebir Le Morandine. Una impresionante colección de piezas de cerámica que rememoran las obras del célebre bodegonista italiano y que pretenden acercar al espectador a la compleja trayectoria artística de Morandi.

El contenido de esta página ha sido traducido automáticamente. Visitar el sitio en ingles

¿Cuándo se leocurrió la idea de la colección Le Morandine?

Empecé a pensar en este proyecto en 1999. Una empresa me pidió que creara una serie de velas que también funcionaran como centros de mesa. Al pensar en todos los objetos que suele haber en una mesa, como jarrones, botellas, jarras y cuencos, enseguida me imaginé los bodegones de Giorgio Morandi. Me inspiró la idea de la vida cotidiana que se convierte en arte y me pareció que pasar de la pintura a una realidad tridimensional era un camino interesante.

El proyecto siguió siendo sólo una idea hasta 2009, cuando decidí autoproducirlo. Le Morandine empezó primero como una colección de velas y luego se convirtió en una serie de jarrones y botellas de cerámica. Durante el paréntesis entre la concepción y la realización del proyecto, tuve tiempo de analizar en profundidad al artista Morandi y su producción, explorando formas, colores y composiciones y terminando con un código visual y fotográfico. Sigo trabajando en él, experimentando con otros materiales de forma muy parecida a como lo hacía Morandi: con una evolución lenta y continua. Nunca dejo de investigar.

¿Cómo consideraría los proyectos de Le Morandine en el panorama del diseño contemporáneo?

Creo que este trabajo es difícil de etiquetar. Ante todo, es una investigación personal. También es una reflexión sobre la obra de Morandi, pero no es sólo eso: toca varios campos como el arte, el diseño, la artesanía, la decoración del hogar y la fotografía. Se trata de reimaginar y repetir, pero también de encontrar diferencias. Concebí estos objetos principalmente con la intención de fomentar una relación entre ellos y su propietario. Los diseñé con la esperanza en su potencial emocional de acercar al espectador a la compleja trayectoria artística de Morandi. Cuando eso ocurre, me hace muy feliz porque permite a la gente formar parte de un proceso más amplio. Estos jarrones nunca dejan de sorprenderme. Cobran vida. Poseen una singularidad que procede de la originalidad y la intuición innatas en una obra de arte. Para responder a la pregunta, tal vez los jarrones Le Morandine podrían situarse, dentro del panorama del diseño contemporáneo, entre los objetos relacionales y emocionales.

¿Qué le fascina de la naturaleza muerta?

Un bodegón, aunque parezca fijo en una posición definida, es un proceso muy vital. Implica movimiento, investigación, conciencia, pensamiento y elección. Morandi consideraba sus botellas y objetos como personajes reales y los movía cada día, como un director mueve a sus actores en un escenario. Por eso sus cuadros no son bodegones tradicionales, sino que captan un instante en el flujo de los acontecimientos de la vida. Me fascina este aspecto, que es dinámico, casi cinematográfico. No es naturaleza muerta, porque está llena de vida.


Ha elegido la cerámica. ¿Qué opina del renacimiento de la cerámica y de la actualidad de un material vinculado a mediados del siglo XX?

La cerámica es un material dúctil. Es antigua y universal y nunca dejará de formar parte de nuestra vida cotidiana. No creo que podamos hablar realmente de renacimiento de la cerámica, pero por fin Italia está dando a este increíble material más importancia y más visibilidad. Pertenece tanto a nuestra vida cotidiana como a la tecnología más avanzada y ha sido protagonista de nuestra historia del arte. La cerámica es un verdadero motor de nuestra economía y también un espléndido medio para expresar estéticas nuevas y originales.
El tema de Le Morandine, que es la obra de Morandi, es actual por varias razones: la referencia a ella como forma activa de conocimiento; el carácter italiano de mi obra, que reivindica un aspecto de nuestra identidad cultural; la conexión cada vez más estrecha entre arte y diseño; y, por último, el hecho de que los cuadros de Morandi, aunque puedan parecer "clásicos", siguen una lógica serial completamente contemporánea. Mis objetos intentan transmitir esta cualidad y ponerla al alcance de todos.


Compartir: