El legado perdurable de Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand

En el corazón de Lombardía, donde la artesanía y la industria coexisten en delicado equilibrio, en 1965 comenzó una revolución silenciosa. Cassina, entonces una empresa familiar arraigada en la tradición artesanal, tomó una decisión audaz y visionaria: llevar los diseños de Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte Perriand a la producción industrial. La idea era radical para su época: reinterpretar muebles artesanales y arquitectónicamente concebidos como piezas producidas en serie, sin comprometer su esencia artística.

Estos diseños, presentados por primera vez en 1929 en L'Équipement intérieur d'une habitation durante el Salón de Otoño de París, habían redefinido lo que podía ser una vivienda moderna. La claridad de sus formas, la pureza de sus líneas y la adopción de nuevos materiales encarnaban el optimismo de una nueva era. La perspicacia de Cassina radicaba en comprender que estos objetos no eran reliquias de una vanguardia pasada, sino expresiones vivas del diseño como lenguaje universal, un lenguaje que aún podía responder a las necesidades y aspiraciones de la vida contemporánea.

A través de una minuciosa investigación, el departamento de Investigación y Desarrollo de Cassina examinó los dibujos y prototipos originales, descifrando su lógica estructural y su intención ergonómica. En colaboración con historiadores, ingenieros y los herederos de los diseñadores, la empresa reimaginó estas piezas para su producción moderna, introduciendo innovaciones tecnológicas y salvaguardando al mismo tiempo su autenticidad. El resultado no fue una réplica, sino un renacimiento: un proceso industrial impregnado del alma de la artesanía.

A medida que la colección crecía, Cassina profundizó su colaboración con la Fundación Le Corbusier y los herederos de Charlotte Perriand y Pierre Jeanneret, introduciendo nuevos materiales, acabados e innovaciones sostenibles. Sin embargo, cada pieza conservó su esencia original: las proporciones disciplinadas, el armonioso equilibrio entre estructura y confort, y la visión humanista del Movimiento Moderno.

Para Cassina, este hito de 60 años es más que un aniversario; es un reflejo de identidad. Fundada en Meda en 1927, la empresa lleva mucho tiempo uniendo la tecnología punta con la sensibilidad poética del diseño italiano. Bajo la Perspectiva Cassina, los iconos del patrimonio y las creaciones contemporáneas siguen dando forma a una visión coherente de la vida, centrada en el ser humano.