Giovanni De Maio

La Cerámica Giovanni De Maio se encuentra en un lugar geográfico excepcional de Italia que es la región de Campania, bañada por el mar Tirreno, escenario durante milenios de viajes, comercio y migraciones de tantas poblaciones de la cuenca mediterránea. Campania felix: Tierra de mitos, con sus fantásticas sirenas Partenope, Leucosìa y Ligea, que según el mito yacían junto a las islas de los galos para hechizar a Ulises y sus marineros. La belleza única de la zona, la gran historia de los yacimientos arqueológicos de Paestum y Pompeya son algunas de las joyas que llenan el precioso cofre de la historia de la zona enmarcada por hermosos golfos y verdes colinas, ricas en suelos fértiles. Aquí se encuentra Vietri sul mare: la cuna de la cerámica. Ya en la Edad Media, explotando la arcilla local, los alfareros de la zona se jactaban de una excelente producción de ladrillos, tejas, jarrones y terracota, que en los años venideros era vidriada por los alfareros locales para fabricar azulejos (riggiole). La familia De Maio puede describirse como nativos mediterráneos, hombres de pasión, nacidos en el momento oportuno y en el lugar adecuado. Hace unos doscientos años comenzaron su aventura en Ogliara, en las colinas de Salerno, con el trabajo de las arcillas del monte Stella. De Cotto a Riggiole el paso fue natural. La familia De Maio ha producido, en el transcurso de doscientos años y cinco generaciones, azulejos de mayólica que han adornado villas, iglesias y residencias nobles, protagonizando a menudo importantes proyectos arquitectónicos.

La mediterraneidad inherente a la familia De Maio les lleva a dar un giro original a las obras que realizan con los diseñadores. Su talento creativo, con el uso de esmaltes, formas y colores que evocan la tierra, son los elementos de gran caracterización y singularidad de los artefactos que ahora aprecian muchos arquitectos de todo el mundo. La inspiración creativa, la cultura y el arraigo en la zona de Vietri sul mare han hecho que arquitectos, proyectistas y diseñadores confíen a De Maio una gran variedad de obras para realizarlas con la riqueza de experiencia e imaginación de la que sólo ellos pueden presumir a lo largo de dos siglos de historia.