Micheluzzi Glass: una Visión Innovadora de la Artesanía del Vidrio

Micheluzzi Glass es una colección de vidrio artesanal, creación de Elena y Margherita Micheluzzi. Hijas del artista del vidrio veneciano Massimo Micheluzzi, las dos hermanas continúan la tradición familiar desarrollando una nueva línea centrada en artículos de vidrio para el hogar. Respetando la antigua tradición vidriera, impulsada por una fuerza creativa innovadora, Micheluzzi Glass realiza piezas únicas de cristal de Murano soplado a boca, sabiamente trabajadas por hábiles artesanos y acabadas con técnicas que transforman la superficie y la percepción del cristal.

Explore el mundo de Micheluzzi Glass y aprecie la exclusiva singularidad de estas obras de arte en vidrio, todas ellas diferentes en color, forma, tamaño y acabado: los jarrones y los vasos se conciben como objetos decorativos que pueden mezclarse y combinarse en múltiples variaciones y servir como recipientes en diversos ambientes. La tradición de Murano se enriquece con las jóvenes visiones del diseño de Micheluzzi Glass.

La producción de vidrio Micheluzzi está profundamente arraigada en su tradición familiar. Cuéntenos cómo empezó todo y cómo ha evolucionado su pasión a lo largo de los años hasta nuestros días.

Todo empezó con nuestro padre: descubrimos la magia del vidrio siguiendo sus pasos. Conocimos su trabajo desde que éramos pequeños. En casa estábamos rodeados de muchos objetos de vidrio que él fabricaba, coleccionaba o escogía. A día de hoy, su taller, en la planta baja del edificio donde vivimos, es un lugar de reunión para toda la familia. En italiano se dice "casa e bottega" ( t/n: dedicado enteramente tanto a su familia como a su trabajo). Por eso es natural que, con el tiempo, haya surgido en nosotros un cierto aprecio por este increíble material y que hayamos sentido curiosidad por aprender más sobre las técnicas y el proceso. Empezamos a acompañar a nuestro padre cuando trabajaba en el horno, a observar su trabajo de cerca y, poco a poco, nos entraron ganas de experimentar, de crear algo propio. Fue entonces cuando tuvimos las primeras ideas para nuestros proyectos, que finalmente desembocaron en la creación de la Colección de Vidrio Micheluzzi. Enseguida nos enganchamos y, sin dudarlo, empezamos a embarcarnos en muchos proyectos. Empezó de una forma muy natural y orgánica. Quizá estaba predestinado.

¿Cuál es la relación entre Micheluzzi Glass y su contexto geográfico? ¿Cuál es su relación con Murano, la isla del vidrio?

Nuestro trabajo está estrechamente vinculado a Venecia, enraizado en su historia y, sobre todo, constantemente inspirado por su belleza, sus maravillas artísticas e incluso la laguna. Tenemos la suerte no sólo de vivir en este rincón especial del mundo, sino también de trabajar en Murano, la cuna de la cristalería, y de observar cómo trabajan artesanos de fama mundial. Es realmente una experiencia extraordinaria adentrarse en esta realidad insular, congelada en el tiempo, que ha transmitido los secretos de la fabricación del vidrio durante siglos. Además, Venecia nos brinda la oportunidad de ampliar el alcance de nuestro trabajo gracias al público internacional de la ciudad. Anclarnos en las tradiciones locales y al mismo tiempo proyectarnos al escenario mundial es lo que hace que Venecia sea tan especial.

Jugando con las más diversas cualidades visuales y táctiles del vidrio, sus creaciones combinan técnicas tradicionales con un estilo contemporáneo: ¿podría describirnos el proceso creativo que hay detrás de la producción de uno de sus jarrones?

Cada pieza de nuestra colección es única, diferente en color, forma, tamaño y acabado: ¡las posibilidades son infinitas! Todas las piezas se caracterizan por superficies grabadas o iridiscentes que realzan sus colores y textura, produciendo particulares reflejos de luz. Estos efectos son el resultado de distintos procesos que vamos descubriendo poco a poco. Algunos tienen lugar durante la "fase a caldo", cuando el vidrio está en un horno caliente y se sopla y moldea mientras se encuentra en estado incandescente. Estos efectos se obtienen principalmente mediante un trabajo manual particular y aplicaciones sobre el vidrio. Se utilizan otras técnicas para dar definición a la apariencia final, realizando pasos posteriores cuando el vidrio fragua y se ha enfriado y solidificado. En esta "fase a freddo", la superficie del vidrio se esculpe a mano con una amoladora para crear grabados que transforman por completo su superficie y textura. Este proceso creativo parte siempre de un proyecto definido, de la idea de una forma o de un efecto particular que se quiere reproducir. A veces pueden ajustarse a lo largo del proceso artesanal, dejando espacio para improvisaciones, pruebas y experimentos, que también son fruto de un intercambio constante entre el maestro y sus artesanos en el horno. El resultado final siempre tiene un elemento de sorpresa, que hace que cada pieza sea única. Esto también forma parte de la magia del vidrio.

¿Cuáles son sus fuentes de inspiración para las colecciones Micheluzzi Glass?

Sin duda, nos inspira el ambiente de los lugares en los que vivimos y nos criamos: Venecia, la laguna y sus colores. Nuestra experiencia personal con el vidrio es otra fuente de inspiración para nuestro trabajo. Crecimos rodeados de muchos objetos de cristal en nuestra casa, por lo que para nosotros es natural utilizarlos de cualquier forma posible, ya sea como macetas, cajas, candelabros o centros de mesa. Queríamos recrear esta sensación en nuestros jarrones, que están concebidos para ser "vividos" y no sólo como objetos puramente decorativos, sino también funcionales, aunque no tengan precio. Nuestras creaciones también están pensadas para mezclarse y combinarse en grupos. La variedad de formas, colores y procesos utilizados permite diversas composiciones que resaltan la singularidad de cada pieza individual y la evolución de nuestro proyecto artístico.

Todas las piezas de Micheluzzi Glass se fabrican a mano mediante diversas técnicas. ¿Cuál es su favorita y por qué?

Nuestro enfoque y nuestra estética son muy personales y contemporáneos, pero el proceso creativo se mantiene fiel a las técnicas tradicionales. El vidrio toma forma en el fuego, moldeado a mano mientras está en estado incandescente mediante la técnica del soplado. En algunos casos, el vidrio se trabaja posteriormente tras enfriarse, grabado con muelas de diamante que esculpen la superficie ya endurecida. La técnica de grabado "en frío" de Murano, que distingue gran parte de nuestra obra, permite crear facetas que producen reflejos de luz similares a los de la luz sobre el agua. La transición del fuego al agua, la combinación del trabajo en frío y en caliente, es precisamente uno de los aspectos más sorprendentes de este material y de su proceso.

Como mujeres jóvenes, ¿qué esperan del futuro de la artesanía en Venecia?

La tradición milenaria de la fabricación del vidrio y la experiencia y las habilidades de los maestros vidrieros de Murano son tesoros preciosos que deben preservarse y transmitirse a las generaciones más jóvenes. Por eso creemos que es importante que este oficio, como muchos otros, se comunique en un lenguaje con el que los jóvenes puedan identificarse, que sea capaz de dinamizarlos y engancharlos. El mayor reto para nosotros es continuar esta tradición, transmitir la herencia, mantenerla viva, inyectándole energía y nuevas ideas sin perder nunca de vista sus orígenes y valores fundamentales. A medida que nos fuimos introduciendo en el mundo del vidrio y formando parte de la comunidad creativa de Venecia, nos dimos cuenta de cuántas iniciativas y empresas -incluso de jóvenes- gravitan en torno al vidrio. Esperamos que cada vez más jóvenes redescubran el valor de la artesanía, ya sea emprendiendo este oficio, explorando nuevas formas de colaboración o abriéndose a nuevos canales y herramientas para comunicarlo y promoverlo.