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Hotel Parco dei Principi: La visión ilimitada de Gio Ponti

Sumérjase en una serena estampa de la costa sorrentina definida por el genio del milanés Gio Ponti, arquitecto y diseñador capaz de transformar un antiguo palacio en un proyecto revolucionario, tomando prestados matices y líneas de su entorno.

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Hice un hotel en Sorrento y, aunque no era necesario, decidí que cada una de sus cien habitaciones tuviera una planta diferente.-Gio Ponti

Enclavado en lo alto de un acantilado del panorama sorrentino, en las tierras que antaño pertenecieron a la Orden de los Jesuitas, el Hotel Parco dei Principi recita relatos de historia real e intrigas cortesanas orquestadas por el rey de Nápoles Fernando IV de Borbón. La exuberante estructura fue completamente transformada en el apogeo de los revolucionarios años 60 por el genio de Gio Ponti, una de las personalidades del diseño que más ha trascendido.

El icónico promotor de la arquitectura moderna planificó todas las reformas de este primer hotel de diseño italiano, convirtiendo el antiguo palazzo en un suntuoso hotel que marca la audacia de este siglo, empezando por la arquitectura de los exteriores hasta los matices de los azulejos que envuelven los interiores.

Un palacio gótico a medio construir dentro de la estructura para el zar Nicolás II de Rusia sirvió de base a Ponti, que transformó el edificio y plasmó una atmósfera poética caracterizada por un estilo minimalista, que culmina en una obra de arte, ya que cada pieza de mobiliario está concebida por el propio arquitecto. Profundamente enraizada en el paisaje, la estructura pretende reflejar la naturaleza que la rodea, reproduciendo la maravilla de la costa sorrentina en hermosas habitaciones de techos altos.

Cielo azul, mar azul, islas azules, azulejos azules, árboles verdes, aguas verdes, rosas lanzadas a una princesa, a una bailarina...-Gio Ponti

Alrededor de la estructura se distribuyen las 96 habitaciones, transformadas en tranquilos paraísos que evocan el entorno natural con una variedad de suelos de cerámica en tonos azules, celestes y blancos, que reflejan la serenidad del cielo. El nuevo enfoque de Ponti hacia el diseño en estos años le llevó a descubrir su gusto por las formas geométricas y los patrones, buscando la claridad y la transparencia.

Un ambiente verde florece en la parte antigua de la villa, un jardín botánico curado en los mínimos detalles y que alberga espléndidas estructuras antiguas y una piscina de agua de mar diseñada por Ponti como "espejo de agua para las ninfas de madera". Descendiendo por el acantilado rocoso se accede a la playa privada del hotel, en contacto con las aguas esmeralda del mar sorrentino e idealmente situada junto al cercano restaurante Poggio Siracusa para degustar las delicias locales.

El Vesuvio y el Bagni della Regina Giovanna añaden una sugerente sensación a la estructura, dando a los visitantes la sensación de encontrarse en medio de las narraciones de Giovanna D'Angiò y sus amantes, las Islas Sirenas de Li Galli y el lugar donde Ulisses erigió una vez un epígrafe dedicado a Atenea.