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Monastero Arx Vivendi: Un refugio delicioso en el lago

Enclavado en el corazón de Arco, una característica aldea cercana al lago de Garda, Arx Vivendi es un exclusivo monasterio amurallado, transformado en un refugio seguro frente al caos de la vida ordinaria de la ciudad. Descubra los sorprendentes detalles de este antiguo lugar y experimente el lujo de la vida lenta.

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Situado en el extremo norte del Lago de Garda, en la pequeña aldea de Arco, Monastero Arx Vivendi es un hotel con encanto obtenido mediante la renovación de un monasterio del siglo XVII. Nacido con el objetivo de restaurar la dimensión espiritual del antiguo centro monástico, se ha conservado la arquitectura original, destacando sus elementos estructurales y decorativos como principales características del hotel.

Los actuales propietarios de esta majestuosa obra de arte arquitectónica decidieron transformar el antiguo edificio en un santuario de belleza y relajación, un portal entre las montañas y el lago donde los huéspedes pueden disfrutar de una de las formas más genuinas del lujo: la tranquilidad.

El interior del Arx Vivendi es una reinterpretación contemporánea del antiguo estilo monástico, con una combinación de colores tranquilos y apagados y un enfoque minimalista en la elección del mobiliario y la decoración. Al entrar en el espacio, el huésped experimenta una sensación de relajación y profundo respeto por el lugar: la cálida luz que entra por los grandes ventanales inunda las espaciosas habitaciones caracterizadas por techos altos y paredes de un blanco puro.

Este encanto único y esta atmósfera especial le dejarán boquiabierto, admirando los bellos detalles que se conservan de la antigua estructura, como los hermosos frescos, los majestuosos arcos y la piedra en bruto que confiere a los espacios un encanto antiguo único. Sutiles acentos de color verde salvia y terracota son los únicos rastros de color de los espacios interiores, aún más significativos por la presencia de elegantes muebles hechos a medida en gris claro, beige y negro.

Para aportar un toque de naturaleza al interior, se ha restaurado la madera en bruto, que caracteriza todos los espacios revelando sus vetas y cálidos colores. Gracias a su origen único, el edificio presenta una increíble variedad de ambientes, todos ellos caracterizados por un rigor geométrico intrínseco que transporta al espectador a una atmósfera antigua, un refugio seguro donde se celebra el arte de vivir bien.

La majestuosidad y el rigor de la arquitectura, los largos pasillos, los techos abovedados, todas estas características se combinan para dar a estos espacios un auténtico aire del viejo mundo.

El exuberante jardín del monasterio se ha transformado en un paraíso del bienestar, rodeado de naturaleza y con vistas al increíble paisaje montañoso. Aquí Arx Vivendi ofrece a los huéspedes un amplio entorno de salas de relajación y tratamiento, y un exclusivo sendero de bienestar donde la gran protagonista es una majestuosa piscina ajardinada.

Austero y al mismo tiempo contemporáneo, el Monastero Arx Vivendi es un escenario atemporal donde el arte de vivir y habitar se ha ido perfeccionando a lo largo de los siglos, y una armoniosa sensación de calma se apodera de sus sólidos y rigurosos rasgos compositivos.