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Elegancia frente al mar en St. Regis Venice

Enclavado entre el majestuoso esplendor de los palacios históricos de Venecia, con vistas al Gran Canal, el St. Regis es una de las joyas más brillantes de la ciudad. El lujoso hotel fusiona el cautivador espíritu de Venecia con un intemporal sentido de la elegancia y la sofisticación.

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A pocos pasos de la emblemática Piazza San Marco, se alza orgulloso uno de los destinos más prestigiosos de Italia: Hotel St. Regis. Elegante y majestuoso, el histórico edificio se asoma al CanalGrande de Venecia, presumiendo de una vista excepcional sobre la mejor parte de la ciudad. Antiguamente conocido como Grand Hotel Britannia, el St. Regis es el resultado de la renovación de cinco palacios históricos, el más antiguo de los cuales -el Badoer Tiepolo- data de 1600. El antiguo hotel abrió sus puertas en 1895, año inaugural de la Bienal de Venecia, y ha acogido a numerosos artistas famosos, como J.M.W. Turner, John Singer Sargent y Claude Monet. En otoño de 1908, Monet pintó San Giorgio Maggiore, Crepúsculo desde su habitación con vistas al Gran Canal.

Venecia es una de las ciudades más inimitables del mundo, que lleva más de quince siglos inspirando a miembros de la realeza, artistas, comerciantes y miembros de la jet set.

Desde su ubicación ideal en la desembocadura del Gran Canal, el St. Regis ofrece vistas incomparables de algunos de los monumentos más célebres de Venecia, como la Basílica de Santa Maria della Salute y el Museo de la Punta della Dogana. Detrás del hotel se encuentra la calle XXII Marzo, que alberga boutiques de élite, galerías de arte contemporáneo y el Gran Teatro La Fenice, templo de la ópera de la ciudad.

Los cinco "Palazzi" se han restaurado y amueblado teniendo en cuenta el patrimonio artístico y cultural del edificio, al tiempo que se les ha añadido un toque característico de glamour moderno. El exquisito diseño del hotel y su excepcional ubicación lo convierten en un santuario de lujo donde los huéspedes pueden disfrutar de un ambiente tranquilamente seductor, caracterizado por los tonos pastel y la abundancia de luz procedente del exterior.

El exquisito estilo veneciano del hotel incluye tejidos a medida y muebles hechos a mano inspirados en las curvas de las góndolas, los diseños del Palacio Ducal, los pavimentos del cementerio de San Jorge y el propio Gran Canal. También se conservará una ecléctica colección de obras de arte y esculturas inspiradas en el patrimonio artístico de la ciudad, que acercará la antigua Venecia a los viajeros de lujo de hoy de una forma moderna. Los interiores rinden homenaje al reflejo de la luz a través del Gran Canal, donde una serie de pinturas contemporáneas del artista residente Olivier Masmonteil celebran la maestría de Monet para captar la luz especial de Venecia.

Inspirados en las obras maestras venecianas del antiguo huésped y pintor impresionista Claude Monet, los interiores de las refinadas habitaciones presentan una paleta de colores distintiva que representa cómo cambia la luz a lo largo del día, desde el amanecer hasta el atardecer. El diseño de los espacios públicos rinde homenaje a Carlo Scarpa, uno de los más grandes artistas y arquitectos de Venecia. El espacioso jardín aislado del St. Regis distingue al hotel, convirtiéndolo en un destino de estilo de vida en el que huéspedes y lugareños pueden disfrutar de extraordinarias vistas del Gran Canal.

El glamour sin concesiones se extiende naturalmente a los restaurantes y bares del hotel. En Gio's, el emblemático restaurante del hotel situado junto al Gran Canal y el jardín privado del hotel, se sirve auténtica cocina italiana moderna, que rememora las tradiciones venecianas e italianas. El recoleto jardín, con su cuidado paisajismo, refleja una interpretación moderna de la Venecia clásica, complementada con motivos geométricos, plantas en flor y caminos fluidos. Diseñado para ofrecer un espacio refinado en el que se reúnan los creadores de tendencias locales y los invitados, aquí las extraordinarias piezas de la tradición veneciana apoyan el ambiente exclusivo de los espacios vitales: las copas de Murano magistralmente elaboradas y los coloridos detalles combinan a la perfección con las extraordinarias vistas del Gran Canal. Juguetonas esculturas se mezclan con la decoración del jardín y discretos asientos para ofrecer a los huéspedes un momento de introspección lejos de las multitudes, saboreando un típico Spritz veneciano.