Atelier 27: Arte e interiorismo

Con una fuerte pasión por el arte, visto como una experiencia holística e inesperada más allá de su valor estético, Joséphine Fossey y Florence Lipszyc fundaron Atelier 27 en 2013. Inspirado por el entorno y la zona específica de cada proyecto, el trabajo de Atelier 27 comienza sumergiéndose de lleno en el alma de un lugar a través de una variedad de medios artísticos como películas, libros, talentos emergentes, historia y tradiciones locales con la misión de crear una gama de creaciones a medida, adaptadas a sus propias ubicaciones e historias.

Explore los destacados proyectos del Atelier 27, caracterizados por una estética impactante, atenta y atemporal. Construyendo puentes entre lugares y culturas y reuniendo a artistas internacionales y artesanos locales, cada espacio está comisariado para crear experiencias memorables y envolventes para los huéspedes.

¿Cómo se inició en el mundo del diseño? Cuéntenos su historia.

Florence y yo nos conocimos en 2011 en Christie's, en París. Trabajamos juntas en el departamento de arte impresionista y moderno, y en particular durante la venta de la emblemática colección de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé. Durante este emocionante periodo, que marcó nuestra mirada, nos dimos cuenta de que, muy a menudo, el arte y el estilismo eran una idea tardía durante un proyecto de diseño de interiores. En aquel momento, y todavía hoy, creemos de verdad que el arte es la mejor manera de revelar emociones ocultas, de elevar sensaciones, de elevar identidades. Por eso, en 2013 fundamos Atelier 27, un estudio creativo que proporciona consultoría de arte y direcciones artísticas para proyectos de hostelería de lujo, así como residencias privadas y casas de lujo como Cartier, por ejemplo. Creamos conexiones genuinas, emulaciones artísticas para ofrecer "tótems" sin concesiones y experiencias como una nueva forma de compromiso.

¿Cómo describiría su estilo personal y cuál es la firma personal que hace que sus proyectos sean únicos?

Nos consideramos narradores de historias artísticas. Defendemos el arte como una experiencia holística e inesperada más allá de su valor estético. Nos sumergimos de lleno en el alma de un lugar, de una personalidad, para sentir su historia, su corazón y resaltar su singularidad a través de una obra maestra. Para el hermoso Claridge de Londres, por ejemplo, teníamos una gran base de investigación e historia desde la que empezar nuestra historia artística. Pero también queríamos contar esta historia icónica de una forma nueva, mirándola con ojos nuevos y ofreciendo a los huéspedes una experiencia nueva. Por último, dejamos un toque de nuestras raíces francesas "L'art de vivre à la française", por lo que la forma más precisa de describir nuestro estilo probablemente se defina como el equilibrio perfecto entre el refinamiento francés y la historia de los proyectos.

¿En qué se inspiran para sus proyectos?

Lo primero y más importante es, por supuesto, el entorno y el lugar concreto del proyecto que nos inspira y del que extraemos nuestras ideas generales. Nos sumergimos en la cultura local a través de todo tipo de medios, como películas, libros, artistas, historia, tradiciones y personalidades. Por ejemplo, para nuestro proyecto Orient Express hicimos un viaje de un mes en busca de artistas, artesanos y talentos destacados en Tailandia. A menudo también encontramos talentos emergentes que descubrimos a través de exposiciones en escuelas de arte y que presentamos a nuestros clientes para sorprenderles con algo completamente nuevo. Me viene a la mente nuestro proyecto actual, Seabourn. Para este lujoso barco de expedición nos inspiramos en todos los lugares diferentes que el barco tiene en su itinerario, trabajando con muchos artistas bien establecidos pero también jóvenes y nuevos, para mantener un equilibrio interesante. Como los pasajeros se cruzan con las obras de arte varias veces al día, queremos sorprenderles y que se sientan atraídos por ellas de una forma nueva.

¿Cuál cree que será la próxima gran tendencia en diseño de interiores?

Sin duda hay una nueva tendencia en la forma de enfocar los proyectos. El diseño está cada vez más influenciado por el espacio para el que se crea y no al revés. También hay menos fronteras entre las distintas disciplinas, todo se está difuminando. Diferentes talentos de distintos campos participan en proyectos totalmente independientes de su especialidad. Un buen ejemplo es el hotel "les deuxgares" de París, diseñado por Luke Edward Hall. Este artista crea espacios, además de ropa, obras de arte e incluso vajilla. ¿No es inspirador? El diseño avanza cada vez más en la dirección de que, una vez definido el hilo conductor del proyecto, todo está permitido y ya no hay distinciones entre minoristas, hosteleros, comisarios artísticos o estilistas. Todo gira en torno a la atmósfera y la historia artística que se quiere contar, independientemente de cuál sea tu especialidad.

¿Cuál es su proyecto favorito y por qué?

Yo no diría favorito, hemos tenido mucha suerte de haber trabajado en una cartera muy diversa hasta ahora y todos nuestros proyectos son muy singulares. Pero uno de los más emblemáticos fue, por supuesto, el Lutetia de París. Fue una gran oportunidad trabajar en el único palacio rive gauche de nuestra propia ciudad. El hotel estaba marcado por su gran pasado artístico y queríamos rendir homenaje a todos los grandes artistas que pasaron por sus pasillos. Para la colección de arte nos inspiramos en el cine, la literatura y todo lo que pudimos encontrar para contar la historia de este "hotel des arts" de la forma más original y auténtica posible.

¿Cuál sería el proyecto soñado?

Nuestro sueño es, obviamente, tener total libertad creativa y un cliente que se atreva a probar algo nuevo. Podría ser crear nuestra propia porcelana para un hotel o, en general, tomar los códigos estándar de los hoteles (uniformes, sábanas, etc.) y darles un nuevo enfoque. Por ejemplo, actualmente estamos trabajando en el Rosewood Vienna, para el que colaboramos con el renombrado artista Erwin Wurm. El hotel tiene una entrada a través de un patio semiprivado y queríamos crear una obra de arte que fuera accesible a todo el mundo. Tuvimos la idea de jugar con el eco del patio y crear una instalación que hablara a la gente que pasara por allí, además de crear el ambiente para los huéspedes que entraran en el hotel. Junto con Erwin Wurm, estamos creando ahora una instalación única que dará comienzo a nuestra historia artística frente a las puertas del hotel.