Metal

La complejidad del metal, unida a las diversas aplicaciones que puede tener la metalistería, contribuyó a forjar un fuerte vínculo entre la artesanía italiana y este material. La fascinante combinación de belleza y resistencia hizo de los distintos metales la fuente perfecta tanto para objetos cotidianos como para obras de arte decorativas.

Alabados no sólo por sus características estructurales, sino también por sus elegantes acabados y diversas texturas, los metales y el acto de forjarlos se convirtieron en una parte reconocible de la identidad cultural del país, y hoy los artesanos italianos siguen desarrollando sus actividades con pasión y motivación para seguir explorando al máximo este maravilloso material.

La península itálica siempre fue rica en yacimientos minerales, y sus habitantes aprendieron a dominar el arte de la metalurgia. Entre las diversas poblaciones, los etruscos son los que se hicieron famosos por sus técnicas innovadoras y sus bellas creaciones.

La razón principal de la prosperidad y extensión de su imperio fue su habilidad para optimizar el trabajo del metal. Fueron capaces no sólo de convertirla en una de las principales fuentes de ingresos, sino también de hacerse famosos por la belleza de sus creaciones. Hasta nuestros días, la herencia de su maestría sigue formando parte del bagaje artístico e histórico italiano.

La primera gran distinción que hay que hacer cuando se habla de metalistería es entre los dos tipos de técnicas de trabajo: el moldeado en caliente, cuando el metal se lleva casi a su punto de fusión antes de moldearlo, y el trabajo en frío, que se realiza a temperatura ambiente. Ambas técnicas se perfeccionaron durante años de artesanía en Italia y pasaron a formar parte del bagaje artístico de algunas regiones en particular.

La región septentrional italiana de Trentino Alto Adige tiene una arraigada tradición del cobre, y artesanos como Navarini Rame son un testimonio vivo de la conexión entre tierra y material. En su taller-museo familiar, siguen técnicas artesanales tradicionales transmitidas de generación en generación, infundiendo a sus colecciones de vajillas y utensilios de cocina un encanto nostálgico evocado por sus siluetas rústicas.

En Umbria, la metalistería tiene una fuerte conexión con la pasada dominación etrusca de la región. De hecho, fue durante su imperio cuando la artesanía del metal floreció en la zona y se arraigó cada vez más en los orígenes de sus habitantes. Para abrazar plenamente la belleza de la artesanía del metal de Umbría, eche un vistazo a las creaciones minimalistas y elegantes de Emanuel Gargano y a las hermosas piezas de Lispi.

Explorando Emilia Romaña, es imposible no fijarse en la producción manufacturera relacionada con la metalurgia. Este floreciente entorno es el hogar de muchos artesanos que dominan el arte de trabajar el metal, como el antiguo esplendor y la estética contemporánea de Sicis, las sofisticadas colecciones de Splot Design y las combinaciones de materiales de Nobe Italia.

En Lombardía, la metalistería tiene también un trasfondo artístico, histórico y social muy arraigado. Entre los muchos creadores, podemos encontrar nombres como Officina Ciani con sus hermosos muebles de exterior, las visionarias obras de Nita, los magníficos trabajos en hierro de Antonino Sciortino, las innovadoras e intemporales piezas de Ghidini 1961, las creaciones experimentales de Gianluca Pacchioni y las colecciones únicas y refinadas de Marco della Pietra.

La Toscana tiene una larga tradición en el trabajo del bronce, y hoy este oficio forma parte del rico patrimonio artístico de la región. Il Bronzetto es una de las empresas históricas que aún utilizan el bronce como fuente principal para crear maravillosas piezas de mobiliario, iluminación y decoración. Otro nombre digno de mención es Coltellerie Berti, que lleva cuatro generaciones fabricando cuchillos. Son conocidos por una técnica única que hace que cada pieza sea terminada por las mismas manos que la empezaron.

Desde los albores de la Edad de Bronce, los matices cálidos del bronce siempre han fascinado al ser humano. Su acabado brillante y sus ricos matices hacen del bronce el material perfecto para la elaboración de piezas rústicas y evocadoras.

La coloración roja del cobre no es su rasgo más distintivo. Desde sus primeros usos, este material se caracterizó por su maleabilidad, que permite a los artesanos expresar plenamente su creatividad.

Mencionado por primera vez por Homero, este material siempre ha sido apreciado por sus cualidades superiores y, por ello, se asoció a Afrodita, la diosa del amor y la belleza. Su similitud con el oro hace del latón el metal perfecto para crear maravillosas y sofisticadas obras de arte y piezas.

El acero es una aleación de hierro y carbono con mayor fuerza y resistencia a la fractura. Sus fascinantes características no sólo lo hacen perfecto para fines industriales, sino que lo sitúan en el centro del panorama artístico contemporáneo.

Es el metal más conocido y una parte importante del bagaje histórico italiano desde la Edad Media. El tradicional "ferro battuto " es sólo uno de los métodos más conocidos de trabajo del hierro. Esta fascinante técnica tiene lugar en el interior de las forjas italianas y consiste en calentar un lado de la pieza de hierro que, una vez fuera de la forja, se golpeará en el yunque para obtener la forma deseada.

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