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1477 Reichhalter

Entre las colinas y montañas del Tirol del Sur, una reciente renovación transformó este edificio de 500 años de antigüedad en una casa de huéspedes cruda, minimalista y acogedora. 1477 Reichhalter es la síntesis más fiel del espíritu de esta tierra, donde el patrimonio y la historia se expresan con materiales orgánicos y piezas recogidas a mano. Vive y respira la atmósfera atemporal suspendida en tonos blancos y apagados, disfrutando de las recetas caseras de su restaurante, inmerso en su intencionada filosofía.

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La zona de Merano, situada en la región del Tirol del Sur, en el norte de Italia, es históricamente conocida por su abundancia natural de fruta y vida, donde el sol brilla tanto cada día que hectáreas de huertos crecen sin inmutarse por la dureza de las estaciones.

En estas tierras se encuentra el pueblo de Lana, una joya escondida entre Bolzano y las montañas. Es un lugar donde el tiempo transcurre despacio y se siente diferente, donde los días se suceden suavemente, dejando que el paisaje sea el protagonista.

En una de las pequeñas Gasse de Lana, la palabra local para callejón, se esconde el Gasthaus 1477 Reichhalter. Este delicado y esencial bed and breakfast alberga un restaurante tradicional y diversas soluciones de alojamiento, que van desde retiros de un día hasta estancias curadas con el esfuerzo conjunto del hotel cercano.

1477 Reichhalter hunde sus raíces en este antiguo emplazamiento. La casa fue construida hace medio milenio por los propietarios locales, sorteando siglos de historia pero sin doblegarse nunca ante ellos, al igual que las montañas que la rodean. Ha servido para muchas cosas a lo largo de los años: sus muchas caras han incluido una carnicería, un molino, una panadería y una taberna. En la primavera de 2018, Klaus Dissertori y su familia transformaron este llamativo lugar en un proyecto muy cuidado que cuenta con interiores evocadores, servicios esenciales y arte fotográfico.

El diseño de interiores se ha confiado a Christina von Berg, diseñadora jefe del estudio Biquadra, mientras que la renovación arquitectónica ha sido supervisada por Zeno Bampi. Las obras de arte destacadas son obra de la fotógrafa Jasmine Deporta. Cada una de estas realidades distintas, pero conectadas entre sí, trabajan en sinergia para crear una experiencia inolvidable, deleitando tanto la vista como la mente de los afortunados aventureros.

El minimalismo sin esfuerzo da color a las 8 habitaciones diferentes, cada una con el nombre de una parte de la historia de la posada, que presentan tonos apagados en una infinita gama de matices, desde blancos brillantes a grises más elegantes. Se presta especial atención a la selección de materiales: muebles y ropa de cama procedentes del diseño de mediados de siglo y de mercadillos se construyen con madera en bruto y se enriquecen con detalles de metal duro, mientras que la ropa de cama orgánica y la cerámica hecha a mano que adornan el edificio añaden un toque individual a cada habitación.

Los interiores esenciales hacen un esfuerzo continuo por recordar las antiguas raíces del edificio, con yeso expuesto en algunas de las paredes para dejar traslucir los huesos de la estructura original. De hecho, Christina von Berg describe el trabajo del estudio Biquadra como realizado "con tacto y sensibilidad, dando nueva vida a edificios ya construidos, adaptándolos a las necesidades y al espíritu de la época".

Concebido para ofrecer algo más que una simple estancia, el Gasthaus extiende su filosofía consciente y genuina a las opciones de visita: la oferta Culture & Relax permite al visitante disfrutar de los libros de su biblioteca privada, una selección deliberada de títulos escogidos a mano, y la asociación con el adyacente Hotel Schwarzschmied permite reservar servicios de spa y bienestar.

La comida es otro añadido perfecto a esta ecuación: Martina y Andreas Heinisch son la apasionada pareja que está detrás del restaurante 1477 Reichhalter, que ofrece cocina intencionada y local para nutrir, restaurar y dar la bienvenida a los huéspedes con una selección de recetas tradicionales durante todo el día para una sensación sana y hogareña.

En 1477 Reichhalter, los viajeros atentos pueden experimentarlo todo: paz, cultura, gastronomía, bienestar y la atmósfera curativa de la tierra fructífera. Este lugar sin complicaciones esconde sus múltiples capas y su preciso concepto tras una sensación minimalista y esencial, con la única intención de crear las condiciones perfectas para disfrutar de las cosas sencillas que ofrece: el cielo, el barrio, la tierra y la naturaleza.