Klu Bar: una coctelería de diseño con Antonio Di Maro

El bar KLU se encuentra en el interior de un palacio del siglo XVIII: ¿cómo lograron la intersección entre el diseño antiguo y el contemporáneo?

Cualquier proyecto de restauración que capte el diálogo entre lo antiguo y lo contemporáneo requiere investigación histórica, un esfuerzo apasionado por descubrir el valor tangible e intangible de cada objeto. Toda la estructura preexistente -desde el tipo de edificio hasta los materiales, pasando por cualquier elemento individual- debe estudiarse a fondo para garantizar que la restauración recupere el esplendor original del lugar y, siempre que sea necesario, introduciendo elementos contemporáneos fuertes y reconocibles que puedan incluso contrastar con el carácter original de la pieza siempre que puedan eliminarse. Mi lema es: "Es de sabios desempolvar a la antigua y noble dama sin desvirtuar sus rasgos originales, los admirables signos del pasado: la arquitectura es como un libro de historia que cobra vida". Italia es rica en preciosos tesoros históricos y conserva, por desgracia a menudo con negligencia, notables ejemplos de arquitectura. El reto para los diseñadores de hoy consiste en recuperar, realzar y presentar estos tesoros ocultos de formas nuevas.

¿Qué objeto decorativo le ha gustado más elegir?

La investigación histórica ha sido fundamental en la elección de todos los elementos que se han añadido a la magnífica estructura arquitectónica preexistente. He disfrutado inmensamente profundizando en el estudio de los tejidos y paños de época fabricados en las sederías borbónicas de San Leucio, antiguas fábricas de seda establecidas bajo el sabio mecenazgo de la dinastía de los Borbones. La colina de San Leucio, en Caserta, fue un gran ejemplo de calidad y excelencia en el sector textil: las sedas de San Leucio embellecen el Palacio de Buckingham, el Quirinal, el Vaticano y el Despacho Oval de la Casa Blanca. Creamos cortinas y revestimientos utilizando las mismas técnicas antiguas de tejido que se empleaban entonces, buscando siempre la coherencia con el periodo histórico. Del mismo modo, disfrutamos mucho seleccionando los sofás y los asientos, en este caso identificando elementos que, aunque de otra época, pudieran encajar armoniosamente en los interiores.

¿Cuál es el elemento central que define el carácter y la identidad de la barra KLU?

En realidad, es imposible señalar un único elemento que confiera a la barra KLU su carácter distintivo. No puede reducirse a una combinación pura y simple de elementos. El bar KLU es único en lo que ofrece a sus clientes: una experiencia multisensorial que permite "respirar" la historia y descubrir el arte, desde los elementos preexistentes -bien representados por las bóvedas pintadas al fresco en estilo floral que representan enredaderas entrelazadas sobre un álamo o el fresco del telón de fondo de la sala de fiestas visible desde la entrada, ambos realizados por Vincenzo Torelli- hasta los contemporáneos -con piezas pertenecientes tanto a exposiciones permanentes como temporales-. Estará rodeado de música durante las actuaciones en directo y, al mismo tiempo, saboreará la comida gourmet y el vino de todo el mundo en un espacio creado con una rigurosa búsqueda de la belleza en todas sus formas. La terraza exterior, caracterizada por un estilo marroquí (inspirado en mi pasión por esta parte del mundo), es el único elemento descontextualizado, surgido de un espacio exterior preexistente devastado por las excesivas obras del pasado y, por tanto, ya insalvable.

¿Cómo influyeron en este proyecto la historia y la geografía de Campania Felix, la región de Campania?

Creo que la arquitectura en su conjunto debe diseñarse siempre en estricta sinergia con el lugar donde se construye, y más aún en el caso del bar KLU, cuya intención es devolver a un antiguo palacio nobiliario su esplendor original. Las referencias a la "Campania Felix", una tierra llena de posibilidades, se encuentran por doquier en el edificio, ante todo en la cortina de entrada, totalmente pintada al fresco. Los trabajos de restauración han preservado y realzado los antiguos y preciosos elementos originales. El bar KLU, en su configuración actual, revela la historia del palacio a través de la yuxtaposición de elementos tradicionales junto a otros contemporáneos.

¿Cómo desarrolló y diseñó la iluminación de los distintos espacios?

Un buen plan de ingeniería de iluminación debe ser la base de cualquier proyecto arquitectónico. En el bar KLU, las fuentes de luz están calibradas y diseñadas para ofrecer múltiples "escenarios" de iluminación, útiles para configurar cualquier ambiente deseado: desde la luz difusa creada por grandes lámparas de araña colocadas en el centro de la sala, y disposiciones de luz de 2000k diseñadas para realzar el perímetro, hasta focos fijados en puntos específicos o grandes frescos. En las zonas reservadas al personal se instalaron fuentes de luz ocultas puramente técnicas (5000k) para la limpieza.