La Dolce Vita en movimiento: Elegancia italiana sobre raíles

Con el debut de La Dolce Vita Orient Express, Italia da la bienvenida a un nuevo icono del lujo, en el que viajar no es un medio para alcanzar un fin, sino una experiencia que honra su patrimonio cultural, su legado de diseño y su espíritu epicúreo.

Presentado en el glamuroso marco de la estación de Roma Ostiense, dentro del exclusivo salón La Dolce Vita diseñado por el arquitecto Hugo Toro, el tren representa una audaz colaboración entre Arsenale y Orient Express, con el apoyo de la Fondazione FS Italiane y FS Treni Turistici Italiani. Esta experiencia ferroviaria italiana de lujo, única en su género, pretende revivir la edad de oro de los viajes, ofreciendo a los huéspedes un conmovedor retrato de los destinos más emblemáticos del país.

Con ocho itinerarios inmersivos que atraviesan 14 regiones italianas, La Dolce Vita invita a los viajeros a un lento viaje a través de viñedos, costas y ciudades históricas, desde la elegancia barroca de Palermo a la serenidad medieval de Siena, desde los brillantes canales de Venecia a las antiguas piedras de Matera. Cada viaje es un tapiz tejido con historias, sabores y paisajes locales, cuidadosamente diseñado para celebrar la esencia del Made in Italy.

En el corazón del tren se encuentran 31 vagones meticulosamente restaurados -incluidas 18 suites, 12 cabinas de lujo y la opulenta Suite La Dolce Vita- a partir de maquetas de trenes italianos Z1 originales. La restauración, llevada a cabo entre Brindisi y Palermo, es un testimonio de la artesanía sin parangón de los artesanos ferroviarios del sur de Italia. No son meros vehículos; son salones íntimos de belleza y confort.

Los interiores, orquestados por Dimorestudio, capturan el alma del diseño italiano de los años sesenta con reverentes guiños a Gio Ponti, Gae Aulenti y Osvaldo Borsani. Las maderas nobles, las formas geométricas y los metales bruñidos crean una puesta en escena que evoca la época de La Dolce Vita, mientras que los toques contemporáneos garantizan que la elegancia nunca sea nostálgica, sino que esté en constante evolución.

El viaje culinario no es menos exquisito. Los pasajeros disfrutan de menús de inspiración regional elaborados por Heinz Beck, el aclamado chef con tres estrellas Michelin, cuyas creaciones ofrecen un diálogo gastronómico con los paisajes que hay al otro lado de la ventana. Cada plato cuenta una historia, cada plato es una oda al terruño local.

Más allá de los interiores y la cocina, es el ritmo de la experiencia lo que distingue a La Dolce Vita. Con paradas cuidadosamente seleccionadas, se invita a los viajeros a bajarse del tren y adentrarse en el mundo cultural, artístico y natural de las regiones con más historia de Italia. Este es el viaje lento en su máxima expresión, una oportunidad para saborear las texturas de un lugar, su silencio, su aroma, su alma.

La Dolce Vita Orient Express