Un nuevo icono de la Costa Azul: Villa Beatrice

Construida originalmente en 1913 como Castello Odero por el arquitecto toscano Gino Coppedè, la villa perteneció en su día al industrial italiano Attilio Odero. Fusión de formas neogóticas y florituras Art Nouveau, la arquitectura evoca la edad de oro de la grandeza de la Riviera, con arcos altísimos, techos originales pintados al fresco y amplias vistas al mar.

Más de un siglo después, bajo la administración de Belmond, esta residencia aristocrática ha renacido como Villa Beatrice, un extraordinario refugio que rinde homenaje a su legado al tiempo que inaugura una nueva era de diseño cuidado y detalles artesanales.

Tras adquirir la propiedad en 2021, Belmond se embarcó en una restauración sensible y ambiciosa. Martin Brudnizki, conocido por su matizada mezcla de encanto del viejo mundo y sofisticación contemporánea, se encargó del diseño interior, mientras que el arquitecto paisajista Marco Bay reimaginó los jardines como un exuberante santuario subtropical.

Juntos, preservaron el alma arquitectónica de la villa e introdujeron una paleta fresca y expresiva, combinando antigüedades regionales con obras de arte contemporáneo, baños de mármol con acabados artesanales y texturas heredadas con serenidad iluminada por el sol.

Distribuida en tres plantas principales y coronada por una torreta panorámica en la azotea conocida como La Torretta, la villa ofrece alojamiento para un máximo de diez huéspedes. Cuatro refinadas suites se encuentran en la villa principal, mientras que una quinta -ubicada en La Casetta, una casita independiente entre limoneros- ofrece un mayor aislamiento. Los espacios de vida son íntimos y luminosos, e invitan a rituales tranquilos de ocio: yoga al amanecer en la terraza privada, un almuerzo al aire libre bajo glicinas trepadoras o un aperitivo al atardecer con vistas a la bahía de Portofino.

Cada detalle refleja el espíritu de la vida italiana, elevado a través de la artesanía. Desde los frescos restaurados a mano y el mobiliario hecho a medida hasta el aroma a cítricos que se cuela por las ventanas abiertas, Villa Beatrice no parece tanto un hotel como una casa privada llena de historia y alma. Las comodidades son abundantes pero discretas: una piscina privada con solárium, acceso directo al mar, un mayordomo dedicado, un chef a petición, un gimnasio y espacios al aire libre diseñados para largas cenas bajo las estrellas.

Dominando el Golfo de Tigullio, con vistas que se extienden desde las orillas rosadas de Paraggi hasta los acantilados blanqueados por el sol de las Cinque Terre, Villa Beatrice es un lugar donde el pasado y el presente se funden. Una casa en la Riviera impregnada de belleza, arraigada en el patrimonio y redefinida para una nueva generación de viajeros exigentes.

Villa Beatrice

Salita Baratta 16,
16034 Portofino (GE), Italia