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A orillas del lago de Garda: Locanda San Vigilio

En Punta San Vigilio, donde el lago de Garda recoge siglos de memoria, la Locanda San Vigilio se alza como un refugio familiar del siglo XVI convertido en resort boutique. La elegancia renacentista, la belleza atemporal y el tranquilo lujo italiano se unen para crear una atmósfera de cultura y contemplación que ha perdurado durante generaciones.

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Locanda San Vigilio es un refugio familiar del siglo XVI, transformado con esmero en un complejo turístico boutique. Descansa al borde de Punta San Vigilio, uno de los rincones más pintorescos y legendarios del lago de Garda, un lugar célebre desde hace siglos en la pintura, la escritura y la imprenta.

La villa se atribuye a Michele Sanmicheli, uno de los arquitectos más importantes del Renacimiento veneciano. En su centro se encuentra un gran salón que se abre a una logia con vistas al lago, donde la luz y la sombra se mueven con gracia a través de los frescos pintados por Alfredo Savini.

Con más de cinco siglos de vida a sus espaldas, la Locanda San Vigilio ha acogido a artistas, actores y escritores, entre ellos John Singer Sargent y Vivien Leigh. El mismísimo Dante celebró una vez este lugar. Hoy en día, sigue ofreciendo una sensación de autenticidad cultural que pocos destinos pueden igualar.

Los jardines que rodean la propiedad sugieren una primavera sin fin. Cipreses, olivos y limoneros crecen junto a agaves y adelfas, mientras que los caminos están adornados con inscripciones clásicas y figuras de piedra esculpidas creadas por el humanista Brenzone, que en su día eligió este retiro para una vida de contemplación y estudio. El Belvedere circular, bordeado por un muro bajo con hornacinas que albergan bustos de emperadores y figuras del mundo clásico, continúa este diálogo entre historia y naturaleza.

Entre los cipreses y las aguas del lago, la finca conserva la atmósfera de un refugio secreto. Su puerto privado, sus patios empedrados, su Limonaia y sus frescos conservados componen un escenario de ensueño y cinematográfico.

La exclusividad define su hospitalidad. La Locanda sólo cuenta con trece habitaciones y suites, cada una de ellas amueblada con piezas antiguas transmitidas de generación en generación por la familia. Alojarse aquí es como entrar en otra época, guiado por la atemporalidad natural del paisaje.

Escapadas románticas, bodas íntimas, reuniones culturales o tranquilos retiros junto al agua encuentran en esta villa el escenario perfecto. Los huéspedes pueden nadar en el lago, navegar por sus aguas, disfrutar del restaurante de la casa o explorar los viñedos y centros de bienestar cercanos. Venecia se encuentra a sólo una hora y media de distancia, por lo que los grandes tesoros del norte de Italia son fácilmente accesibles.

En Locanda San Vigilio, arte, historia y paisaje se funden, ofreciendo un santuario de la gracia italiana que perdura a través de los siglos.

Locanda San Vigilio
Punta S. Vigilio,
37016 Garda VR
Italy


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